Un grupo de investigadores de diferentes universidades británicas ha diseñado un modelo para analizar la evolución de ecosistemas vulnerables a partir de los datos obtenidos de cuatro ámbitos terrestres, 25 marítimos y 13 de agua dulce.

En concreto, según su análisis, la superficie amazónica puede convertirse en un ecosistema similar a una sabana, con árboles y hierba, en 2070.

Esto podría afectar gravemente al clima del planeta, reducir la biodiversidad y tener fuertes impactos sobre los beneficios que nos ofrecen, como alimento, materiales, oxígeno y agua.

Sin embargo, los expertos apuntan a que los grandes ecosistemas se colapsarían de forma más lenta que los pequeños, debido a que tienen mayor extensión.

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