En nuestros mares y océanos se esconde un ecosistema submarino que, hasta ahora, nunca había sido cartografiado. El 'Atlas de las praderas submarinas de España' es el primer trabajo de ámbito nacional que se publica sobre la distribución y el estado ecológico de los bosques sumergidos.

Las praderas marinas, o angioespermas, que nunca habían sido estudiados al detalle, son plantas adaptadas a vivir completamente sumergidas en el mar, y ocupan grandes extensiones.

De acuerdo con la información recopilada en el atlas, en el que han participado 84 expertos de varias comunidades, existen en España un total de 1.618 kilómetros cuadrados de superficie de fondos marinos ocupados por estos ecosistemas.

Estas praderas marinas constituyen hábitats de interés comunitario y cuentan con normativas medioambientales propias. La preservación de estos bosques sumergidos se considera fundamental para el funcionamiento de los ecosistemas marinos por la gran biodiversidad que albergan.

De la existencia de estas praderas marinas dependen muchos aspectos clave que determinan la importancia y valores de la costa española: la calidad de las aguas para el turismo y la acuicultura, la existencia de playas, la pesca o el buceo.