Parte del origen de la contaminación difusa se encuentra en la “basuraleza”, la basura abandonada en las áreas naturales. Alberga al menos 119 sustancias tóxicas y 31 metales que contaminan 140 áreas de conservación de aves, sus hábitats y especies, suelos y hasta el 97% de sus aguas. Así lo afirma el informe Ciencia LIBERA, Análisis de la contaminación difusa en los espacios naturales, realizado por la organización ecologista SEO/BirdLife junto con la empresa gestora de envases, Ecoembes.

Para realizar el estudio se han considerado 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA, en su acrónimo en inglés), de las 469 existentes en toda España. Entre todas las IBA estudiadas, 94 de ellas han sido declaradas Zona de Especial Protección para las AVES (ZEPA), dentro de la red Natura 2000.

Para analizar el agua de estas áreas se han tomado 411 muestras, donde se ha encontrado un 97,1% de sustancias tóxicas. En cuanto al análisis de suelos y sedimentos, se han tomado 280 muestras, donde se ha confirmado la presencia de 31 metales contaminantes.

El responsable del programa de Conservación de Espacios de SEO/BirdLife, Octavio Infante, ha explicado que este tipo de estudios prueban el hecho de que prácticamente todos los ecosistemas se ven perjudicados por la contaminación difusa proveniente, en gran parte, de la basuraleza. Por su parte, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha manifestado lo necesario que resulta este estudio para obtener una muestra representativa del nivel en que afecta la basuraleza a los espacios naturales.

Otra finalidad importante del análisis es la de incitar a los agentes públicos y privados implicados a buscar una solución, según ha informado el consejero delegado de Ecoembes, Óscar Martín. Constituye, por tanto, el primer estudio a gran escala elaborado con el fin de identificar este tipo de contaminación en la naturaleza.