Si comparamos datos de 1975 con los que tenemos hoy en día, podemos observar que el número total de árboles en España ha aumentado en un 130%, lo que se traduce por 10.074 millones de árboles nuevos en 30 años. Asimismo, el volumen maderable pasa en esta etapa de 456,72 millones de metros cúbicos en 1975 a 927,8 millones de metros cúbicos hoy en día; más del doble.

El 75 % de los árboles se talan en el 13,5 % de la superficie arbolada, concretamente en la Cornisa Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco). Galicia es el territorio con mayor volumen de cortas, un 57,3% del total nacional.

Sorprendentemente, se importan más de 15 millones de metros cúbicos de madera de otros países, según datos desvelados por un estudio de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, que sitúa el consumo anual de madera en España en 32 millones de metros cúbicos. Por lo tanto, importamos cerca de la mitad de la madera que consumimos, algo que explica en parte la riqueza de nuestros bosques. 

España es un caso especial comparado con sus países vecinos, ya que con un total de 17.805 millones de árboles, es el segundo país con más superficie forestal de Europa, por detrás de Suecia, y posee casi el doble de hectáreas forestales que Francia y cerca el triple que Alemania.

Además, desde 1990, España ha aumentado su superficie arbolada a un ritmo muy superior al resto de Europa. La media anual de crecimiento de 2,19% en el caso español, destaca frente a la media europea que se sitúa en el 0,51%. De hecho, España es el país del continente europeo con mayor aumento de superficie de bosque, aportando más del 40% del incremento del total europeo

Como conseciencia de este crecimiento, la densidad de los bosques también ha aumentado, pasando de 656 árboles por hectárea arbolada en 1975 a 975 en la actualidad. 
Por otra parte, el informe subraya que más de dos terceras partes de la superficie forestal española son de propiedad privada. Esto plantea algunos problemas a la hora de regular la producción de madera. 

En este sentido, solo cinco comunidades autónomas poseen mayor superficie pública que privada, entre ellas Navarra, con el 72,8 % de su superficie en manos públicas. En el lado opuesto destacan Baleares y Extremadura con el 94,9 % y el 93,3 % de su superficie, respectivamente, en manos privadas.