Se trata de unos mapas, elaborados por científicos de la Universidad de Castilla-La Mancha, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Coímbra (Portugal) y la Universidad Autónoma de Madrid los cuáles pueden ser una herramienta útil para mitigar los efectos de contaminantes y altamente tóxicos.

Sobre todo se han centrado en el plomo. Para ello analizaron este material en la sangre de un total de 691 buitres leonados capturados por las autoridades ambientales de Aragón entre los años 2008 y 2012.

"Detectamos altos niveles de plomo en la sangre de casi la mitad (44,9%) de los cerca de 700 buitres leonados analizados. Tanto los modelos estadísticos como el análisis de isótopos estables de plomo realizados indican que este metal procedería de al menos dos fuentes distintas”, explica a Sinc Patricia Mateo Tomás, actualmente investigadora de la Universidad de Coimbra y autora principal del trabajo destacado en la portada de la revista Proceedings of the Royal Society B.

El plomo es un metal pesado que resulta muy tóxico para el ser humano y la fauna silvestre. Aunque su presencia en nuestro entorno se ha ido reduciendo, la presencia de este metal, desgraciadamente, sigue estando presente. 

La población de buitre leonado en Aragón se estima en más de 5.000 parejas reproductoras, lo que representa alrededor del 21% de la población de esta especie en España y el 15% en Europa.

Los expertos elaboraron modelos predictivos del riesgo de exposición al plomo en estas aves, basados en modelos que relacionaron el plomo en sangre de los buitres identificados mediante marcas alares con sus características biológicas y el hábitat alrededor de sus colonias de cría y de los comederos que frecuentaban.