El pingüino africano es una especie considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Ahora, un peligro más está poniendo en riego la supervivencia de estas especie: el cambio climático. Así, lo ha demostrado un estudio publicado en la revista Current Biology.

Estos animales buscan la comida en los lugares equivocados en los que no hay presas suficientes al verse atraídos por una temperatura del mar mejor y la concentración de clorofila tipo A, que suele indicar la presencia de plancton y del pescado. 

"Antes esos elementos indicaban que las aguas eran ricas en presas para estos animales, pero el cambio climático y la pesca industrial han agotado las reservas de pescado de este sistema" ha explicado Richard Sherley, autor principal del estudio.

Estas áreas se han convertido ahora en una "trampa ecológica", debido a la degradación medioambiental. Esto es provocado, sobre todo, por la sobrepesca en Namibia, la pesca comercial y los cambios medioambientales de la zona occidental de Sudáfrica, que reducen la población de pescado, principal nutriente de los pingüinos.

Los cambios hacen que el pescado se mueva a cientos de kilómetros al este de su hábitat. Además, la pérdida o alteración de la misma y los vertidos de petróleo son factores determinantes.

Los resultados demuestran que las estadísticas de crianza de esta especia se han reducido en un 50%.

Sin embargo, se están llevando a cabo una serie de acciones para mejorar su hábitat y salvar su especie. Una de ellas consiste en la creación de un límite de pesca espaciado que, además, ayudará a mejorar su gestión. 

También barajan la opción de repoblar la zona de alimentación y crear espacios cerrados en áreas claves para que los animales puedan alimentarse.

La ONG Sancoob desarrolla un plan de crianza manual de las crías de pingüino para ayudar a su conservación. Además, esta ONG permite que tú también participes y apadrines a uno de estos pequeños.