Los investigadores de este trabajo no encontraron obstáculos, como los niveles de salinidad, los tipos de sedimentos en el fondo del mar o los recursos alimentarios, que puedan evitar, o al menos, frenar, la llegada de los crustáceos depredadores si el agua se vuelve lo suficientemente caliente.

"Debido a que otras criaturas en la plataforma continental han evolucionado sin la destrucción de los depredadores crustáceos, si los cangrejos se trasladan allí, podrían reestructurar radicalmente el ecosistema", advierte Richard Aronson, autor principal, cuyo estudio proporciona datos iniciales y no demuestra por sí mismo que las poblaciones de cangrejo se expanderán hacia aguas menos profundas.

"La única manera de probar la hipótesis de que los cangrejos están ampliando la profundidad de su campo es realizar un seguimiento de sus movimientos mediante la vigilancia a largo plazo", afirma otro de los autores del estudio,James McClintock, de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB), Estados Unidos. 

En el verano antártico 2010-11, en una investigación financiada por la 'National Science Foundation' (NSF), el equipo utilizó un trineo con cámara submarina para documentar una población reproductiva de cangrejos en el talud continental de Bahía Margarita en la Península Antártica occidental. 

Esa zona está sólo unos cientos de metros más lejos de la plataforma continental, donde florece el delicado ecosistema. El efecto global de la migración de cangrejos rey a aguas menos profundas, según la investigadora postdoctoral y coautora del estudio Kathryn Smith sería hacer del ecosistema antártico único mucho más similar a los ecosistemas en otras zonas del planeta, un proceso que los ecólogos llaman homogeneización biótica.