El 98,7% de los españoles y la práctica totalidad del territorio han estado expuestos este año a unos niveles insalubres de contaminación por ozono troposférico, según un informe publicado por Ecologistas en Acción.

El informe ha analizado los datos de 490 estaciones oficiales de medición sobre este contaminante de origen difuso repartidas por toda España, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2022.

Las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la repercusión sanitaria de la contaminación atmosférica datan que en 2019 murieron en España 30.000 personas: 23.300 por partículas PM2,5; 6.250 por dióxido de Nitrógeno (NO2) y 1.820 por ozono troposférico (O3).

Presencia de ozono troposférico en España

El aire contaminado por ozono ha afectado en 2022 a 46,8 millones de personas en España, el 98,7 % de la población española, así como a 503.000 kilómetros cuadrados, el 99,7 % del territorio, según ha señalado el coordinador del informe, Miguel Ángel Ceballos

Ceballos ha explicado que este contaminante “se forma en la superficie por la reacción química entre los contaminantes precursores y la radiación solar”, es decir, no sale de los tubos de escape ni de las chimeneas industriales.

Se trata de un elemento “típicamente estival” que tiende a acumularse a cierta distancia de donde está el tráfico rodado y los contaminantes industriales que lo provocan, es decir, “en las áreas rurales de la periferia urbana”, donde “se han detectado niveles más altos que en las zonas con más tráfico”.

Los territorios más afectados por el ozono en 2022, según el informe, se han repartido entre la Comunidad de Madrid y el interior de Cataluña, agrupando las únicas zonas en las que la media de las estaciones de medición ubicadas en cada una habría superado los niveles legales para la protección de la salud.

Por sus características particulares, el ozono afecta más intensamente a las áreas suburbanas y rurales a sotavento de las aglomeraciones de Madrid, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Málaga, Sevilla, Murcia, Valencia, Valladolid o Palma, y a diferentes zonas rurales de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.

El límite seguro y el límite legal

la OMS establece como límite seguro los 100 microgramos de ozono por metro cúbico durante tres días al año, los únicos territorios españoles que no han estado expuestos a niveles peligrosos de este contaminante son “el norte de Tenerife y Gran Canaria, Logroño y Pontevedra”.

Otra referencia para medir este contaminante es el límite legal, que “es más laxo y no protege la salud”, fijado en 120 microgramos de ozono por metro cúbico, un límite que, además, “puede sobrepasarse legalmente 25 días al año”.

Ceballos ha anunciado que en breve la Comisión Europea hará pública una revisión a la baja de los límites legales de este contaminante -el que afecta a más territorio y a más personas en España-, para alinear los máximos legales con las recomendaciones de la OMS y consolidar unos límites que aseguren la salud de los ciudadanos.

¿Influyen las olas de calor en los niveles de ozono troposférico?

Los niveles de ozono troposférico elevados de 2022 se deben en gran parte a que se ha registrado el verano más caluroso desde 1961, que ha venido marcado por tres olas de calor muy intensas y prolongadas, que han potenciado la formación de este contaminante, ha señalado Ceballos.

Según el coordinador del informe, el factor que explica este aumento del ozono troposférico es el incremento de las temperaturas, ya que “los picos de ozono más destacados se han producido durante estas olas de calor espoleadas por el cambio climático”.

El ozono troposférico, en la opinión de Ceballos, debe ser tratado como “un problema de salud pública de primer orden, con una mortalidad similar a los accidentes de tráfico y un gasto sanitario anual de 5.000 millones de euros en España por atender a las personas afectadas”.

Informar sobre la calidad del aire como establece la ley

Las administraciones “están obligadas a informar de los niveles de contaminación por ozono” para proteger la salud de las personas, aunque dicha información “sea compleja y difícil de interpretar por la ciudadanía”.

En este sentido, los ecologistas observan un “déficit de información sobre este contaminante”, ya que las alertas “no llegan al grueso de la población en riesgo”, como demuestra una encuesta realizada este año, en la que el 60 % de los participantes considera que no está bien informado de la calidad del aire que respira.

Desde Ecologistas en Acción piden que para revertir la situación “simplemente se cumpla lo previsto en la legislación” con planes de mejora de calidad del aire, que se traduzcan en medidas concretas que reduzcan las emisiones del transporte y de la industria para evitar la cronificación de este problema.