La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés), afirma que el mar Mediterráneo alberga entre 15.000 y 25.000 especies, de las cuales, un 60% son únicas de la región.

En este sentido, las sequías que se producen como consecuencia de las olas de calor, así como los vertidos químicos, están afectando a su biodiversidad, provocando la muerte de toneladas de peces. Por ello, la conservación del Mediterráneo se ha convertido en un asunto urgente a tratar en el Congreso Mundial de la Naturaleza.

Para evitar que esta situación vaya a más, es necesario adoptar un modelo agrícola más sostenible y ecológico. Por otro lado, el turismo actual también constituye un factor que perjudica y dificulta la conservación del mar.

A fin de mejorar esta situación, se ha lanzado la iniciativa ‘El Mediterráneo: un mar modelo para 2030’ que ha sido anunciada a través del One Planet Summit en enero de 2021. Su finalidad es la de acabar con el vertido de plásticos en el Mediterráneo para finales de esta década.

En la actualidad, se vierten 1,2 millones de toneladas de plásticos, que se corresponden con 60 contenedores al año. Por otro lado, la ONG Sufrider, que trabaja para la conservación de este mar, organizó una sesión en la UICN para lanzar un proyecto destinado a limpiar el río Durance.

Además, esta organización ha adoptado otra medida basada en convencer al consumidor para que opte por productos que no tengan tanto plástico. En este sentido, el inicio de la pandemia dificultó este objetivo con los plásticos de un solo uso, como los guantes.

Por otro lado, Francia aumentará la protección de un 5% de las aguas del Mediterráneo para el año 2027, lo que supone un gran avance, pues en la actualidad, solo protege un 0,2%.

Además, el último informe del Grupo Intergubernamental de expertos para el Cambio Climático (IPCC) ha alertado que el nivel del mar aumentará de 28 a 55 centímetros para finales de siglo, y que podrían producirse emisiones netas cero de gases de efecto invernadero.

Finalmente, el agua marina ascenderá de dos a tres metros en los próximos 2.000 años si el calentamiento global se mantiene en los 1,5 grados estipulados en el Acuerdo de París. De lo contrario, podría darse una subida de 5 grados que desencadene un ascenso del nivel del mar de 20 metros.