Todo un descubrimiento ya que este lago podría abrir la puerta al hallazgo de nuevas especies prehistóricas que no conocíamos hasta ahora.

El lago, que todavía no ha sido bautizado con ningún nombre, tiene 100 km de largo y 10 km de ancho y se convertiría así en el segundo lago subglacial más grande del planeta, sólo por detrás del lago Vostok que también está en la Antártida  y tiene una longitud de unos 250 km y una anchura máxima de 50 km.

Aunque parezca extraño, debajo de la capa de hielo que separa el lago de la superficie, existe agua en estado líquido. Los casi 4 mil metros de nieve y hielo poseen un peso tal que ejercen una altísima presión sobre el agua del lago.

Este nuevo lago ha sido descubierto gracias a las imágenes por satélite que permitieron a los científicos del Imperial College de Londres establecer la hipótesis de la existencia de este lago, cuyas aguas llevarían aisladas bajo una capa de hielo millones de años.

Los expertos ahora estudian si, en su interior, han podido evolucionar nuevas especies paralelamente al resto de seres del planeta y es muy probable que así sea ya que estas aguas han permanecido aisladas durante mucho tiempo. 

Lo más llamativo de todo esto es que ya existe una estación de investigación que se encuentra a tan sólo 100 km de distancia, por lo que será posible realizar estudios de manera más sencilla y frecuente.