Los cazadores ilegales capturan a los pangolines por sus supuestos beneficios medicinales, sin ningún tipo de base científica, para después venderlos como manjar culinario.

En diciembre de 2019, salió a la luz la incautación de 10 toneladas de escamas de pangolín en la ciudad de Wenzhou, de la provincia de Zhejiang; una de las incautaciones más grandes de la historia realizadas por parte de los funcionarios de aduanas chinas.

Según ha comentado la experta en vida silvestre del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Doreen Robinson, esta es una buena noticia porque ser una muestra del serio esfuerzo por parte del Gobierno de China, mientras que es también mala por la evidencia de las grandes cantidades de pangolines que se trafican y llegan al país, ya que los incautados eran procedentes de África.

Además, China ha tomado medidas para dificultar la venta masiva de medicamentos con base de partes de este animal, prohibidos desde agosto de 2019.

Por otro lado, un grupo de investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China han identificado a los pangolines como huéspedes intermediaros del nuevo 'Covid-19' o coronavirus. De modo que, hipotetizan que el virus se originó en murciélagos y, posteriormente, pasó a estos animales.

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