Tras la finalización del periodo de selección impulsado por la ONG Bosques Sin Fronteras a través de internet, una encina de Colindres de 400 años ha resultado ganadora en el concurso nacional al mejor árbol de 2023 y representará a España en el certamen europeo "Tree of the Year."

La frondosa encina del Monte de La Redonda de Colindres ha obtenido 6.128 votos del público y ha quedado por encima del Plátano de Biar de la Comunidad Valenciana (4.972 votos) y del Carballo de Santa Margarita de Pontevedra (2.830), que ha cerrado el podio de los nueve singulares ejemplares que se habían preseleccionado para destacar el patrimonio natural y su necesidad de conservación.

El alcalde de Colindres, Javier Incera, ha mostrado su satisfacción por la consecución de un proyecto que nació en los colegios e institutos para "concienciar" a los niños y jóvenes de la necesidad de "proteger los bosques y plantar árboles en los montes", pero que al final ha derivado "en algo más grande".

También, considera que la encina es en un árbol "icónico" de la historia municipio y el hecho de su elección como mejor ejemplar de España en 2023 supone "la punta del iceberg" de otras acciones paralelas a favor de la naturaleza, como la plantación en la zona de unos 2.000 árboles autóctonos durante los últimos años.

"Será un honor representar a nuestro país en un evento tan bonito a nivel internacional y allí llevaremos nuestro lema de protección de nuestros bosques y del planeta", ha subrayado el alcalde.

Una encina de cuatricentenaria con mucha historia

La encina, tiene unos 400 años y se ubica en el barrio de San Roque junto a una ermita que lleva su nombre, destaca por erigirse a los pies de un antiguo Camino Real y sobrevivir a la deforestación.

Y es que, el monte de La Redonda, donde está este árbol, fue antaño un denso bosque atravesado por un importante camino de la Edad Media que transitaban innumerables mercaderes desde Castilla hasta el Cantábrico para embarcar sus productos rumbo a países del norte de Europa.

Cuentan las crónicas que reyes y reinas también lo recorrieron en sus viajes de Estado, como Juana de Castilla que, acompañada de su madre, la reina Isabel La Católica, tomó este camino destino a Flandes para casarse con Felipe de Habsburgo, así como Carlos V a la inversa en busca de su retiro hasta el monasterio de Yuste en Cáceres.

En el siglo XVIII, se construyeron en la zona unos astilleros acabaron con los bosques pues emplearon la madera en la construcción de los galeones destinados a la Armada Real y a la Carrera de Indias, pero esta encina, por el azar o por superstición, fue el único que se mantuvo en pie.