Esta ONG trabaja en colaboración con cerca de un centenar de organizaciones internacionales y desarrolla herramientas para la medición y evaluación de la huella ecológica en cerca de 200 países desde 1961, aunque el primer registro específico del Día de la Sobrecapacidad lo llevó a cabo en 1970.

La fecha correspondiente de ese año fue el 29 de diciembre y, tan sólo medio siglo más tarde, se ha anticipado varios meses acercándose a la mitad del año, aunque este 2023 se ha retrasado unos días respecto a 2022, cuando se alcanzó el 28 de julio.

La humanidad se encuentra en un momento de crisis ecológica en el que consume muchos más recursos de los que anualmente el planeta es capaz de regenerar hasta el punto de que, como media, el ser humano necesitaría 1,75 planetas para satisfacer sus demandas.

Países más endeudados que otros

No todos los países consumen igual: algunos, como Finlandia o Angola cierran el ejercicio con reservas pero otros como Catar o Luxemburgo extinguen los medios teóricamente disponibles en mes y medio de tal modo que Catar consume el equivalente a nueve planetas; EEUU, más de cinco; España, cerca de tres y Yemen, ni siquiera la mitad de uno.

En el caso de España, su día específico de sobrecapacidad en 2023 según las mediciones de GFN llegó el pasado 12 de mayo. Para paliar esta situación a corto plazo es necesario retrasar la fecha 19 días cada año de aquí a 2030, puesto que aún está dentro de un parámetro que permite recuperar la funcionalidad de los ecosistemas.

El cambio climático es el factor principal de los malos datos obtenidos respecto a la huella ecológica en todo el mundo. Las olas de calor, los incendios forestales, las sequías y las inundaciones tienen que ver con el adelantamiento del Día de la Sobrecapacidad.

Objetivos medioambientales

Para reducir la explotación de los recursos naturales figuran propuestas como la limitación efectiva de emisiones así como de los desperdicios alimentarios, puesto que en estos momentos se desaprovecha más del 40 % de la comida.

Aunque el Día de la Sobrecapacidad ha tendido a estabilizarse en los últimos cinco años, los analistas consideran que es difícil discernir en qué medida se debe a la desaceleración económica o a los esfuerzos deliberados de descarbonización puestos en marcha por gobiernos e instituciones nacionales e internacionales.

En 2020, la fecha se retrasó hasta el 22 de agosto, pero en este caso se debió al confinamiento forzado por la COVID 19con la consiguiente interrupción de la producción y del consumo, asociados al ahorro de recursos.

Y es que no sólo los Estados o las empresas. sino que cada persona tiene un grado de responsabilidad para afrontar la situación y hacer lo posible para reducir su huella.