La cita de diciembre en París pretende lograr un acuerdo ambicioso y vinculante a escala internacional para combatir el cambio climático y lograr así un pacto que pueda ponerse en práctica a partir de 2020 y sustituya al Protocolo de Kyoto.

El objetivo de reducir las emisiones de efecto invernadero en al menos un 40% en los próximo quince años es un reto que ya consensuaron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en una cumbre el pasado año, y que los Estados miembros han fijado porque consideran que supone "un aumento significativo" respecto a los objetivos anteriores.

La Unión Europea ya trabaja para reducir en un 20% sus emisiones contaminantes para 2020 (con respecto a niveles de 1990) y ha declarado su intención de avanzar hasta rebajas de entre el 80 y el 95% en el horizonte de 2050. 

La ministra española Isabel García Tejerina ha destacado que el compromiso europeo es "el más ambicioso que hay" de los que se presentarán otros países en la cumbre de París.

El objetivo de los 28 es presentar formalmente este compromiso ante Naciones Unidas antes de que acabe este primer trimestre de 2015. "La UE lidera la lucha contra el cambio climático y como tal debemos estar también entre los primeros en presentar estos compromisos", ha opinado Tejerina. 

"Debemos liderar el impulso para que nadie se descuelgue, quisiéramos que todos los países tuvieran el compromiso que nosotros tenemos, pero más importante que eso es sumar voluntades", ha añadido.