“Se trata de una respuesta ciudadana, innovadora a inspiradora a uno de los problemas medioambientales más alarmantes", ha explicado uno de los cofundadores de la iniciativa, el keniano Dipesh Pabari.

El barco, bautizado por sus creadores como Flipflopi – en referencia a los miles de chanclas que lo componen (“flip-flop”, en inglés), va a hacer a hacer seis paradas en la costa keniana antes de poner rumbo a la isla.

Precisamente, Kenia lidera la lucha contra los plásticos de un solo uso en África. Hace una año, prohibió las bolsas hechas de este material, con multas de entre 16.000 y 32.000 euros y penas de cárcel de hasta dos años para los que las fabriquen, importen o utilicen.