El fuego ha devastado 700 hectáreas de monte  en los 150 incendios ocurridos durante este pasado puente. La provincia más castigada está siendo la de Ourense, donde los focos alcanzan mayores dimensiones.

En Vilamarín las llamas avanzan rápidamente avivadas por el viento. El incendio ya está controlado, pero el susto no se les quita a los vecinos de este municipio ourensano que vieron cómo el fuego se acercaba cada vez más a sus casas. Unas 200 hectáreas de monte arbolado han quedado totalmente calcinadas.

El interior y sur de la comunidad gallega se encuentra en riesgo extremo de incendio. Las altas temperaturas no dan tregua y las brigadas siguen refresacando los montes para evitar que las llamas vuelvan a acoger fuerza.