Hasta ahora, la observación y el estudio de los gorilas parecía haber confirmado que su comportamiento podía ser muy sociable, con grandes grupos de estos animales. Sin embargo, nuevas investigaciones apuntarían a lo contrario; que los gorilas son animales muy territoriales, también entre sí.

Expertos de las universidades de Barcelona, Viena y Cambridge, tras un análisis de más de 100 de estos animales, repartidos en ocho grupos distintos, probarían que estas agrupaciones se evitan de manera mutua. De acuerdo a estudios anteriores, esta especie destacaba en contraposición con otros simios, como los chimpancés; por ser mucho menos agresivos entre ellos, y porque podían convivir varios grupos compartiendo las áreas por las que se movían.

Sin embargo, ahora se ha podido ver que, si bien su conducta es mucho menos agresiva que la de otras especies, los gorilas también entienden la “propiedad” de distintas zonas. Así, evitarían comportamientos invasivos, o incluso entrar en espacios donde hayan estado, o se hayan alimentado, otros grupos de gorilas.

De esta forma, se abre la puerta a nuevas investigaciones para estudiar un comportamiento mucho más complejo de lo que se creía. Una territorialidad que en ocasiones restringe los movimientos de algunos grupos de gorilas; pero que se basa también en relaciones e interacciones con otros grupos.

Además, como indican los autores del estudio, si bien el nivel de agresión entre los gorilas no es demasiado alto, sí pueden llegar a defender determinados territorios que consideren de uso prioritario o exclusivo, ante la entrada de otros animales de la misma especie.