Las aves rapaces son el grupo más afectado (35%), seguido de los animales domésticos (21%) y de los carnívoros terrestres (9%).

El estudio, que recaba la principal información disponible sobre los efectos del uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural, supone una actualización del realizado en 2016 por ambas organizaciones que contenía los datos hasta 2013.

Para su realización han llevado a cabo una petición de información ambiental a todas las comunidades autónomas españolas sobre registros relativos a los casos de envenenamiento registrados entre 2013 y 2017.

Así, pudieron comprobar que el uso ilegal del veneno genera un gran impacto en la biodiversidad española, sobre todo a las aves rapaces (35%), los animales domésticos (21%) y los carnívoros terrestres (9%). En concreto, de las aves rapaces afecta más al buitre negro, buitre leonado, el alimoche, el quebrantahuesos y el milano real.

Además, según el informe, cada episodio ha podido provocar la muerte de varios animales y, cada uno de ellos, es un delito contra la fauna enmarcado en el artículo 336 del Código Penal.

Sin embargo, las organizaciones aseguran que estos datos son menores a los reales, ya que solo se detecta una pequeña parte de los casos totales, suponiendo que pueden ser tan solo el 10-15%, lo que podría superar los 200.000 animales.

Por comunidades autónomas, aquellas con más casos de envenenamiento son Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Aragón y Extremadura.

Asimismo, en el informe se incluye una serie de recomendaciones para las administraciones públicas con el objetivo de mejorar la situación, considerando imprescindible la cooperación entre personas y regiones, con la ayuda del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).