El equipo de investigadores del Instituto Meteorológico Finlandés, ha conseguido producir tres mapas principales en los que se muestran el CO2 expulsado por el hombre. Estos mapas han sido posibles gracias a los datos obtenidos por el satélite Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA y con una nueva técnica de procesamiento de datos que hace que lo resultados coincidan con los inventarios de emisiones conocidas.

Cada uno de los mapas muestra una de las regiones más emisoras de la Tierra: el este de Estados Unidos, Europa Central y Asia Oriental. En ellos podemos observar como, en las principales áreas urbanas, el dióxido de carbono tiene una mayor presencia.  Incluso, el OCO-2  puede detectar zonas aisladas más pequeñas, como las ciudades individuales.

Ningún satélite anterior había sido capaz de medir la emisión de CO2 con suficiente detalle como para generar una representación gráfica. Estos tuvieron que incorporar también estimación de datos económicos y resultados de modelos anteriores.  La nueva técnica permite explicar los cambios estacionales en el dióxido de carbono, resultado del crecimiento y latencia de las plantas, así como el nivel de CO2 de fondo.

Para asegurarse de que los datos era fiables, los investigadores compararon los resultados con mediciones de dióxido de nitrógeno del Ozone Monitorisng Intrument (OMI), un instrumento a bordo del satélite Aura de la Nasa, que cubre el mismo área de la Tierra que el OCO-2. Las dos mediciones se correlacionaron bien, por los que los resultados son fiables.