La temperatura de las ciudades de todo el planeta está aumentando al doble de velocidad que el promedio mundial, según ha anunciado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Esto se debe a la rápida urbanización y su consecuente remplazo de la vegetación por asfalto, estructuras de hormigón u otras infraestructuras, a lo que se le añade el crecimiento poblacional, especialmente en los trópicos, según su informe ‘Batiendo el calor: manual de refrigeración urbana sostenible’.

En este sentido, en el año 2100, las temperaturas de las ciudades podrían aumentar una media de hasta 4,4 grados, más del doble del límite fijado en 1,5 grados por el Acuerdo de París.

Las comunidades más afectadas serán las de menores ingresos, situadas en urbes con pocos espacios verdes y con limitadas posibilidades económicas para adaptarse a los cambios.

Como solución para soportar el aumento de las temperaturas, PNUMA considera la instalación de aires acondicionados en los países desarrollados como un escenario insostenible para el medioambiente.

Se trata de prácticas que consumen mucha energía y dependen de la electricidad generada a partir de los combustibles fósiles, de manera que el problema del calor residual y las emisiones de gases contaminantes se ven agravados.

PNUMA asegura que este calentamiento solo se frenará si hay reducciones inmediatas y a gran escala de los gases de efecto invernadero.

Finalmente, la organización ha propuesto a las autoridades de las ciudades una planificación urbana que tenga en cuenta las zonas verdes, así como la puesta en marcha de programas masivos de sensibilización.