Los registros de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), órgano que depende de Naciones Unidas, confirman que el pasado año es el más cálido a nivel global, desde que se tienen registros.

Además, a estos datos se les suma que los años comprendidos entre 2015 y 2019 comprenden el periodo más caluroso, así como que la década que concluía en este mismo año se sitúa como los diez años con las temperaturas más elevadas, según recoge el informe de la OMM.

Por otra parte, este organismo que recuerda que el último mes de enero ya ha superado los récords en temperaturas altas, advierte de que esta tendencia va a mantenerse, con un aumento cada vez mayor de las temperaturas. De hecho, esto supondrá una elevación de entre 1,1 y 1,65 grados centígrados más, con respecto a los niveles preindustriales.

Para evitar alcanzar estos resultados, desde la ONU han propuesto un límite de 1,5 grados para las temperaturas del planeta; una cifra que no se podría lograr si se mantiene la tendencia actual.

Este aumento progresivo de las temperaturas supondría, como adelantan desde Naciones Unidas, un porcentaje mayor de incendios forestales. No obstante, conllevaría también un considerable aumento del nivel del mar, provocado por el deshielo glaciar; y con los consiguientes cambios en las corrientes marinas.

La única forma de evitar estos efectos, como recoge la ONU, pasa por reducir un 45% las emisiones de esta década, con respecto a los niveles de 2010; de forma que se alcance la neutralidad de emisiones para la mitad de siglo.