A pesar de que la legislación europea actual se centra en garantizar una protección muy estricta de los cetáceos en los mares y océanos, distintas organizaciones para la defensa de estos animales denuncian el escaso éxito que surge de una deficiente aplicación y desarrollo de estas medidas.

Esto ha llevado a 22 organizaciones ambientales y animalistas unidas bajo una coalición para la protección de las aguas, ‘Océanos en peligro’ (Seas at Risk), a denunciar ante la Unión Europea a 15 países distintos. Entre estos países destaca la presencia de España, Francia, Alemania, Irlanda, Portugal, Bélgica, Holanda, Suecia o Reino Unido; por la falta de medidas que protejan a delfines y otros mamíferos marinos de las capturas accidentales a través de la pesca con red.

Las asociaciones y organizaciones ambientales, como Ecologistas en Acción, denuncian también la falta de medidas para lograr el cumplimiento de la Directiva marco sobre estrategia marina, que establece el total saneamiento de los mares para 2020. De esta forma, se establece que determinadas especies de marsopas y delfines del Atlántico Nororiental atravesarían una dramática situación.

Por una parte, un elevado número de ejemplares de delfín común ha muerto durante décadas por culpa de las capturas accidentales. Algo que se demuestra con la llegada a las costas de España, Irlanda, Reino Unido y Francia de ejemplares varados. Sin embargo, los números podrían ser todavía más elevados, ya que en su mayoría, estos animales no suelen alcanzar la costa y se descomponen en el mar.

Por otro lado, también se pide que se adopten medidas de protección de emergencia para las marsopas del Báltico, especie en peligro crítico, muy amenazada al igual que otros cetáceos por estas capturas accidentales. Este tipo de pesca supone que los cetáceos mueran al no poder salir a la superficie, o por las heridas de gravedad que sufren al romper las redes, y que suponen su fallecimiento a las pocas semanas.