Con cuatro semanas, la cerda fue rescatada de una empresa cárnica sudafricana por la activista Joanne Lefson y poco a poco empezó a "despertarse" el interés por las pinturas y pinceles y su dueña.

Cuando Joanne Lefson se dio cuenta del talento de 'Pigcasso' comenzó a entregarle comida a cambio del trabajo bien realizado y ha explicado que no le obliga a pintar y que lo hace cuando quiere, según recoge el diario 'La Nación'.

Así ha comenzado a pintar impresionantes cuadros, de cuyo proceso creativo su dueña cuelga vídeos en su cuenta de Instagram, y que ya cuenta con cientos de seguidores atraídos por su curiosa historia.

'Pigcasso', además, acaba de inaugurar 'Oink', la primera exposición con sus cuadros que recorrerá ciudades europeas como Londres, París, Berlín y Ámsterdam.

La recaudación de la venta de sus obras, cuestan cada una 1.000 euros, irá destinada a financiar el refugio donde vive además de concienciar a la sociedad del impacto medioambiental de la industria cárnica.