En los últimos días han sido encontrados en la provincia occidental de Khovd, en Mongolia, 900 ejemplares de antílopes de saiga muertos, lo que supone un 10% del total de su población, declarada en grave peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La causa de estas muertes masivas se debe a un brote de peste de pequeños rumiantes (PPR), según han informado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

La PPR solo suele afectar a ovejas y cabras, pero nunca antes había afectado a antílopes en libertad. El contagio de estos animales puede haber ocurrido  "a partir de animales domésticos con los que comparten zonas comunes de pastoreo, especialmente en invierno, cuando hay menos lugares donde buscar alimentos", han subrayado la FAO y la OIE.

Estos animales no son migratorios, pero sí nómadas y ya están investigando el terrero para conocer el alcance de la plaga. "Si se confirma que la PPR es la causa principal, la cifra de muertes de saigas es probable se cuente en miles en los próximos meses", ha señalado el secretario del programa de erradicación de la PPR de la FAO y la OIE.

El 80% de los alrededor de 2.100 millones de pequeños rumiantes que hay en el mundo viven en regiones afectadas por la PPR. Por ello, es necesaria la cooperación internacional y la aplicación de una estrategia regional para contenerla y erradicarla.