Con 571 votos a favor, 53 en contra y 34 abstenciones, la Eurocámara ha fijado las medidas con las que comenzará la lucha contra el uso de plásticos.

Ahora, los ministros de Medioambiente de los Estados miembros de la UE tienen que acordar la postura de los países para iniciar las negociaciones entre Consejo, Parlamento y Comisión con el objetivo de desarrollar la nueva normativa comunitaria, cuya tramitación se espera que finalice antes de las elecciones europeas de mayo.

La propuesta legislativa del Ejecutivo comunitario nace inspirada por el “éxito” de la directiva europea que prohíbe las bolsas de plástico en los comercios y responde a que el plástico, sometido a un lento proceso de descomposición, se acumula en mares, océanos y playas y es ingerido por tortugas, focas, ballenas, aves, pescados y mariscos, de forma que termina en la cadena alimenticia.

Los eurodiputados respetaron en esencia la propuesta inicial de la Comisión Europea, que el pasado mayo abogó por eliminar los materiales plásticos de un solo uso en objetos cotidianos para los que existen alternativas sostenibles porque representan el 70 % de la basura marina que contamina las costas europeas.

Pero el Parlamento quiere ir más lejos que la Comisión y sugiere que también desaparezcan del mercado los productos de plástico oxo-degradable y los contenedores de comida rápida de poliestireno expandido.

El consumo de determinados productos que resultan contaminantes, pero para los que no existe alternativa, tendrá que reducirse al menos el 25 % para 2025, categoría en la que se incluyen los envases de un solo uso para hamburguesas, bocadillos, frutas, verduras, postres y helados.

Además, los Estados miembros de la UE tendrán que diseñar planes nacionales para incentivar el uso de productos que puedan ser reutilizados o reciclados.

Botellas de bebidas, filtros de cigarrillos y aparejos de pesca

Otros plásticos, como las botellas para bebidas, deberán recogerse separadamente y su porcentaje de reciclaje tendrá que alcanzar el 90 % en 2025, tal y como proponía la Comisión.

La Eurocámara también reclama “medidas específicas” para los filtros de cigarrillos cuyos residuos deberán reducirse en el 50 % para 2025 y el 80 % para 2030 ya que una colilla puede contaminar entre 500 y 1.000 litros de agua y, abandonada en una cuneta, puede tardar hasta doce años en desintegrarse, según el PE.

Ni la Comisión Europea ni el Parlamento Europeo contempla un nuevo impuesto sobre el plástico, iniciativa que forma parte del debate público en Bruselas sobre estos materiales contaminantes pero que, por ahora, no se ha traducido en una propuesta legislativa.

Ecologistas celebran las medidas

Las organizaciones ecologistas Greenpeace y Amigos de la Tierra han calificado de “histórico” el apoyo del Parlamento Europeo a la prohibición de ciertos plásticos de un solo uso, pero lamentan que el nuevo documento no contemple la eliminación de las bolsas de plástico muy ligeras, que sí se había incluido en la propuesta del Comité de Medio Ambiente.