Varios conocedores del mundo del caballo y la ingeniería técnico agrícola lamentan que este animal cada día se utilice menos, a pesar de que España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de ejemplares (más de 680.000) y se encuentre entre los diez países del mundo con más competiciones de la Federación Ecuestre Internacional.

Reutilizar los caballos para desplazarse podría reducir el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España que, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica provienen del transporte. Aunque su uso no parece muy viable en ciudades porque es complicado mantener las instalaciones necesarias en estos lugares.

Sin embargo, podría extenderse el uso de los caballos en el mundo rural. De hecho, en los pueblos circulan ya sin problema, porque no tienen riesgos para el ecosistema y pueden transitar por los caminos o senderos existentes, siendo más beneficioso para la naturaleza su paso que el de los vehículos motorizados.

Los expertos ecuestres aseguran que podríamos cruzar España en caballo, pero hay que conocer los caminos alternativos a las ciudades, porque no están bien marcados. Con un caballo se pueden recorrer entre 15 y 25 kilómetros diarios yendo al paso, en trayectos de entre 6 y 8 horas, pero lo recomendable es alternar el montar sobre el animal con el caminar a su lado.

En cuanto al Reglamento General de Circulación, que se aplica también a los animales incorporados al tráfico en vías de uso común, exige que los jinetes sean mayores de edad con capacidad para controlar a sus monturas en todo momento y advierte de que deben circular por el arcén, sin poder usar autovías ni autopistas ni galopar cerca de peatones o de otros animales.