Una nueva investigación ha llegado a esta importante conclusión. Este innovador estudio se basa en otra investigación sobre los restos fósiles del oso del del Mioceno, Indarctos arctoides, especie extinta que muestra la primera evidencia de la capacidad prensil de este grupo de mamíferos carnívoros.

El equipo también concluye que el uso de esta estructura que presentan las dos especies de panda actuales (gigante y rojo) se puede explicar como un fenómeno de "exaptación convergente", cuando un carácter primitivo permitió que, de manera independiente, las dos especies se especializaran en el bambú como única fuente de alimento.

Los osos panda presentan un 'falso pulgar', una estructura que funciona como un sexto dedo en las manos con el que cogen las ramas de bambú de las que se alimentan. 
Pero este pulgar no es anatómicamente un dedo sino que está constituido por un hueso llamado sesamoideo radial que, en muchos carnívoros, es sólo un pequeño componente de la muñeca.

Los investigadores han estudiado el origen inicial de este dedo y consideran que su función podría estar relacionada con la locomoción. "En el caso de las especies de menor tamaño, pensamos que este dedo les servía para sujetarse y desplazarse por las ramas de los árboles", explica Juan Abella, investigador principal del estudio.

A medida que las especies de oso fueron aumentando de tamaño y el dedo perdió su función locomotora, el sesamoideo se fue haciendo pequeño en todas las especies de carnívoros de vida terrestre excepto en aquellas que lo empezaron a utilizar para alimentarse de plantas, como es el caso de los antepasados del panda gigante y, en menor medida, en el oso de anteojos (Tremarctos ornatus).