Un estudio, liderado por el Instituto Geológico de la Academia de Ciencias de Rusia, presenta una nueva especie, el 'Amphilagus tomidai', localizada en el sureste de Siberia (Rusia) y datada en el Mioceno medio hace 14 millones de años. 

El descubrimiento de este mamífero, antepasado de los actuales conejos, representa un enlace biogeográfico importante que confirma la amplia distribución de este grupo y las relaciones entre Asia y Europa durante este periodo.

'Amphilagus' es un género tradicionalmente considerado como endémico europeo, pero recientemente se han hallado restos de este mamífero en Asia. 

El hecho de encontrarlo en este continente indica que se produjeron unas condiciones que favorecieron su expansión hacia el este, según ha explicado Chiara Angelone, investigadora del Instituto Catalán de Paleontología Miguel Crusafont y coautora del estudio publicado en la revista Historical Biology. 

Durante el Mioceno se creó en una conexión terrestre sin obstáculos entre Europa y Asia que habría permitido la expansión de este animal.

El mar Paratetis, que se encontraba al sur de Europa y abarcaba desde la región norte de los Alpes hasta el mar de Aralen Asia occidental, había desaparecido y no había montañas altas que constituyeran una barrera para la dispersión. Esto favoreció su expansión.

"Estos antiguos animales nos ayudan a comprender mejor las características climáticas y paleogeográficas del momento. Algunos descubrimientos añaden matices a lo que ya sabemos. Otros, como este, revelan historias sorprendentes", explica Angelone. 

El mamífero encontrado es el ejemplar euroasiático más norteño del género Amphilagus, un lagomorfo grande, con rasgos primitivos. 

Sus dientes tienen raíces y no son de crecimiento continuo, como los de los lagomorfos actuales, un orden animal que incluye a las familias de los conejos, las liebres y las picas. Poseen además un tercer premolar inferior simple y un hipoconúlid, un prisma adicional posterior, en los dientes molariformes inferiores.