Entre las más de 25.000 especies de la lista, los pangolines, los koalas, los caballitos de mar (o hipocampos) y los insectos voladores han sido los mayores perdedores este año, según ha indicado la UICN en su balance de fin de año.

Hace un año, la Lista Roja de la UICN contenía 24.000 especies, lo que indica que en un año centenares más han comenzado a estar amenazadas."Esta extinción masiva no sólo está ocurriendo en lugares lejanos, sino directamente frente a nosotros", ha señalado la entidad.

La UICN teme que los insectos polinizadores empiecen a escasear en Europa a causa del uso masivo de pesticidas en la agricultura. Un ejemplo de ello están en Alemania, donde la presencia de insectos voladores ha disminuido en un 75 % en 27 años.

La entidad ha señalado que hacer un uso adecuado de los pesticidas no es solo responsabilidad del sector agrícola, sino también de las ciudades y de los particulares, que utilizan regularmente pesticidas sin considerar el impacto que tienen en la naturaleza.

Los pangolines también son una especie que ha sido particularmente reducida en 2017 por los contrabandistas, a pesar de que su comercio internacional está prohibido desde el pasado mes enero. La persecución de esta es debida a que es el único mamífero cuya piel está cubierta de grandes escamas.

Desgraciadamente, tanto sus pieles como los mismos animales vivos se siguen confiscando en África y Asia. La UICN cifra en 1,1 millones los ejemplares vivos incautados en los últimos 16 años en ambos continentes.

Los elefantes también sufren una situación dramática en los bosques de África. Su número se ha reducido en un 66 %, hasta contar con menos de 10.000 especímenes, principalmente a causa del tráfico ilegal de sus colmillos.

Mientras tanto, la población de caballitos de mar ha disminuido en un 30% en las aguas de Europa en la última década.

A pesar de que su comercio y pesca están prohibidos en el Mediterráneo, esto no impide su captura accidental en las redes de los pescadores, a lo que se suma el impacto que tiene sobre la especie el uso excesivo de fertilizantes, el cambio climático y la pesca de arrastre.

La situación de los koalas también es nefasta, con un 80 % de su población que ha desaparecido de ciertas regiones de Australia desde los años noventa, entre otras causas por la destrucción de bosques enteros de eucalipto que constituyen su hábitat natural.

Pero no todo son malas noticias. El informe del UICN contiene algunas buenas, como el aumento del número de tortugas marinas en varias regiones y el nacimiento de cinco panteras persas, una especie del Cáucaso de la que no quedan más que cuarenta a sesenta ejemplares.

Nacieron también este año nueve delfines del Mékong, del que sólo quedan ochenta especímenes. Los estudios indican que recientemente SEsu tasa de mortalidad ha retrocedido, lo que podría permitir que la especie vuelva a reconstituirse tras el daño que ha sufrido a causa de las represas y de las redes de pesca.