La Cumbre Mundial de Grandes Ciudades (C40), que concluye hoy en Sao Paulo, se celebra cada dos años con el propósito de incentivar la cooperación internacional entre las ciudades más pobladas del mundo y promover el desarrollo sostenible.

Durante la Cumbre Toni Pujol-Vidal, representante de estrategia medioambiental del Ayuntamiento de Barcelona,  compartió la experiencia de la ciudad condal en preservación de zonas verdes y defendió el uso de la bicicleta "como un transporte de verdad" y no una opción para el recreo.

En una conferencia, el expresidente colombiano Andrés Pastrana aseguró que los municipios son responsables de aplicar políticas contra el calentamiento global y destacó la importancia de "elevar la voz de las ciudades en las negociaciones sobre cambio climático".

Mientras, la alcaldesa de Sidney, Clover Moore dijo que "el cambio climático es real y está ocurriendo a un ritmo rápido" y añadió que en la actualidad "la acción es la única vía". "Los líderes nacionales no entienden todavía lo que estamos consiguiendo", expresó Moore para concluir: "No tenemos mucho tiempo".

Otra de las autoridades que participaron de la ponencia fue el alcalde de la ciudad alemana de Heidelberg, Eckart Würzner, quien dijo que "el primer paso" es otorgar más poder a los gobiernos locales.

El anfitrión del evento, Gilberto Kassab, alcalde de Sao Paulo, destacó que son los municipios los "que prestan servicios al ciudadano".En su opinión, de todos los foros de debate sobre cambio climático "que son muchos" ninguno ha conseguido transmitir "más optimismo" que el C40, que debe su nombre al número de ciudades que formaron inicialmente el grupo.

Kassab precisó que la basura que se recoge todos los días en Sao Paulo se procesa en vertederos donde los gases emitidos no son expulsados a la atmósfera sino que se transforman en energía eléctrica.