El 2016 ha sido el año más caluroso de la historia debido al calentamiento global. Este fenómeno junto a la sobrepesca está amenazando la riqueza marina sobre todo en las regiones ecuatoriales y en los polos, según ha detallado un nuevo estudio realizado por investigadores de España, Australia y Nueva Zelanda y publicado en 'Science Advances'.

El objetivo del estudio no era detallar las consecuencias del cambio climático, sino identificar qué áreas del planeta están más afectadas por el calentamiento global y deberían ser prioritarias para la conservación.

De esta forma, han descubierto que hay seis áreas marinas especialmente amenazadas y vulnerables repartidas por todo el globo, pero más cercanas a los trópicos y a los polos, como el Mar del Norte entre Europa y América, la costa de EEUU y Canadá, la zona del ecuador (especialmente Perú), o el sureste de Australia y Nueva Zelanda.

Para ello, el proyecto liderado por el investigador de la Estación Biológica de Doñana, Francisco Ramírez, ha utilizado información de 2.183 especies marinas facilitadas por la UICN y BirdLife Internacional e imágenes satélite; y han tenido en cuenta tres variables: el aumento de temperatura de los océanos, los cambios en las corrientes oceánicas y en los niveles de productividad marina de los últimos 30 años.

"Observamos que no todas las áreas se están viendo afectadas de la misma manera; una se están sobrecalentando y otras se están enfriando. Así pues, hemos comprobado que el impacto del cambio climático está siendo generalizado pero también que sus efectos varían muchísimo incluso en lugares separados solo por cientos de kilómetros", ha señalado Ramírez.

También, han encontrado una "preocupante coincidencia" en que las zonas de biodiversidad marinas más ricas, son las más afectadas por la explotación pesquera

Por ello, los expertos advierten de que los impactos de la pesca industrial y el clima deben ser considerados "simultáneamente" para su conservación.