A estas conclusiones son las que ha llegado los investigadores que han realizado el estudio por la Fundación Oso Pardo (FOP).

La zona occidental de la población cantábrica de oso pardo se encuentra dividida en una occidental que se extiende por unos 2.800 kilómetros cuadrados desde los Ancares lucenses y leoneses hasta la zona central de la cordillera entre León y Asturias y que cuenta con unos 200 osos, y la oriental con 30 ejemplares en 2.100 kilómetros de la montaña palentina, la oriental leonesa, montes cántabros y oriente de Asturias.

El presidente de la Fundación Oso, Guillermo Palomero, ha explicado que existía un "problema de conectividad" entre las dos subpoblaciones que, según los datos aportados por el estudio, "se está solucionando", ya que la población occidental de oso pardo ha acudido "al rescate" de la oriental y se está reduciendo el aislamiento genético.

El "Estudio genético del oso pardo en el corredor interpoblacional y en la subpoblación oriental cantábrica" ha encontrado mayor variabilidad genética en la parte oriental, algo que permitirá mejorar la recuperación del oso pardo, especie en peligro de extinción.

Palomero ha indicado que, a la vista de los resultados, se está consiguiendo "poner fin" al problema del aislamiento genético, aunque hay que mejorar el corredor de más de cincuenta kilómetros que separa a ambas poblaciones de oso pardo, hacer que esa zona sea también residencia para los animales e intentar así que exista una sola población de osos pardos cantábricos.

Una de las integrantes del equipo de investigación del estudio, Elena González, ha explicado que se han analizado 152 muestras de pelos y excrementos de oso pardo recogidas en la zona correspondiente a la subpoblación oriental y en el corredor interpoblacional entre junio de 2013 y agosto de 2014.

Los análisis de ADN de las muestras han individualizado con seguridad 26 osos sobre los que se ha llevado a cabo el estudio genético, que ha constatado un importante flujo de ejemplares y de genes de la zona occidental a la oriental.

De los 26 ejemplares, cinco tienen características genéticas orientales, siete son osos con características occidentales y catorce tienen características genéticas mixtas.

El estudio ha detectado en 2013 y 2014 en la zona oriental siete osos migrantes que han llegado desde la población occidental y catorce con algún grado de mezcla genética procedente de cruces mixtos entre los ejemplares de ambas subpoblaciones.

En este estudio, además de la Fundación Oso pardo, han colaborado ELEN Green Power España y la Junta de Castilla y León, mientras que los análisis han sido elaborados por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, organismo adscrito al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).