"Resulta difícil de explicar, pero es cierto que no podemos mantener a determinados animales en nuestro zoo”, así se ha justificado Kjellson en la cadena de televisión sueca SVT, después de conocerse que durante años se han sacrificado crías de ese felino por motivos de espacio.

De los 13 ejemplares nacidos en ese parque desde 2012, que en su momento fueron presentados a los medios con gran orgullo e incluso recibieron nombre propio, apenas quedan dos, según informa el diario sueco “Aftonbladet” en su edición dominical.

Para el director del centro zoológico la falta de espacio hace que aumente el potencial de agresión en los leones, lo que provoca la necesidad de sacrificarlos, aunque sean ejemplares sanos y jóvenes.

Y es que, tal y como argumenta Bo Kjellson, aunque se trata de crías, no se las puede considerar “bebés” porque pronto empiezan a desarrollar carácter de “adultos jóvenes”, prosigue el director del zoo, por lo que es necesario “apartarlos” del grupo.

La noticia de esos sacrificios ha provocado cierta agitación en medios escandinavos, donde se recuerda que en el pasado ocurrieron casos similares, tanto con leones como con otras especies animales, ya sea por falta de espacio o por otras razones.

Por ejemplo, en 2014 tuvo lugar una gran ola de indignación cuando la jirafa “Marius” fue sacrificada y descuartizada en un zoo de Copenhague, y sus restos servidos como alimento a los leones ante la mirada de grupos de visitantes.