Las practicas de Google en el mercado publicitario le están saliendo caras. La Comisión Europea sancionó el pasado miércoles al gigante tecnológico. Los motivos, “abusar de su posición dominante” en el mercado online durante los últimos diez años por medio de su plataforma Google AdSense. Los intentos de Google por adaptarse a las exigencias de la UE no han servido para evitar que la comisaria Margrethe Vestager fallará a favor de imponer otra cuantiosa multa a Google. Es la tercera multa que recibe la compañía desde 2017.
Bruselas ha considerado que la forma de actuar de Google es improcedente e impide una ‘competencia justa’. Su plataforma Google AdSense se centra en colocar en los sitios webs espacios publicitarios a cambio de ingresos en función de las visitas a los anunciantes. Google subasta todos esos espacios webs entre potenciales clientes. La CE concluye que desde 2006 a 2016 la compañía ha abusado de su posición dominante para cerrar el paso a sus competidores, con contratos de exclusividad que van contra las leyes de monopolio. Haciendo así que la competencia no pudiese “competir e innovar”, como cuenta Vestager.
La suma total de las tres multas alcanza los 8.250 millones desde que en 2017 le impusieran la primera, de 2.450 millones por “posición dominante para copar el sector de comparadores de productos”. Un año después, Bruselas penalizaba a la compañía con una suma histórica, 4.340 millones por imponer restricciones a los fabricantes de Android. Con está última son tres las sanciones impuestas por la comisión antimonopolios contra uno de los gigantes tecnológicos más poderosos del mundo, que aunque esta procurando adaptarse a los normas que le mandan desde Bruselas, parece que no todavía no es suficiente.