Recibes una notificación de Instagram. Es un mensaje directo de tu ‘crush’, ese que estabas esperando desde hace meses. Por supuesto, dejas todo lo que estabas haciendo para responder. Y mientras esperas a que continúe la conversación, aprovechas para revisitar los Reels y las historias de tus amigos. Una, otra, otra más. “Venga, esta es la última, eh.”, intentas convencerte. Pero es entonces cuando compruebas la hora y te das cuenta de que has perdido más de 45 minutos y, además, para solo recibir un triste “me gusta” a tu mensaje.
Un tiempo en el que has vendido tu atención a esa red social, a la que en los años que llevas dentro le has aportado tanta información sobre tu personalidad y tus gustos, que sabe perfectamente qué vídeos ofrecerte para mantenerte haciendo “scroll” hasta la saciedad. Pero esos minutos y segundos que pasas con la mirada en la pantalla, los pierdes de hacer algo más productivo en el mundo real.
Aprender a ser dueño de tu actividad en las redes sociales es un desafío. Y no dejarte seducir por sus estratagemas algorítmicas, otro aún mayor. Sabemos que es un proceso largo y costoso. Para ayudarte nos hemos fijado en los consejos del Center for Humane Technology para cambiar nuestra forma de relacionarnos en las redes sociales, a través de pequeñas metas que te permitan dejar de lado la relación tóxica que te une a ellas.
1. Las redes sociales son como una canción pegadiza. Es como ese tema que no te puedes sacar de la cabeza aunque estés harto de escucharla. Pero, además, las computadoras más inteligentes del mundo se encargan de “secuestrar nuestras mentes” y que esa adicción sea cada vez mayor. Como en Spotify, desactiva el botón de repetición automática, y prueba otros géneros.
2. Sé el dueño de tu atención. Cuando nos roban la atención, perdemos la capacidad de elegir sobre nuestro destino. Si te enfrascas en las redes sociales, puedes perderte todo lo demás. Dejamos de responder a nuestros familiares y amigos, y hasta incumplimos las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Busca la forma de coger las riendas de tu actividad digital.
3. Ten claro el porqué. Antes de cambiar tu forma de usar las redes sociales, debes saber cuál es el problema por mejorar. En cada persona, la situación es diferente, pero puedes comenzar preguntándote cuáles son las razones por las que las utilizas y de qué forma (positiva y negativa) impactan en tu vida. Una vez dibujado el objetivo, será más sencillo elegir el camino correcto.
4. Establece una meta alcanzable. Las redes sociales están diseñadas para hacer que regreses continuamente, por ello debes desengancharte de forma progresiva. Puedes establecer periodos de tiempo de uso, marcar unos hábitos de consumo, o, en última instancia, eliminar la aplicación para siempre.
5. Reduce el tiempo de actividad en una aplicación. Cuando levantas la cabeza del teléfono móvil, descubres un mundo de posibilidades con las que emplear tu tiempo libre más allá de la pantalla. Reducir el tiempo de actividad en una aplicación puede traducirse en una mayor productividad, una vida social más activa, y unos hábitos de descanso más saludables, entre otros.
6. Desconecta en grupo. Búscate aliados que te ayuden a desconectar. Trabajar en grupo con una motivación compartida es una excelente forma de garantizar el éxito de todos. También podéis buscar planes juntos, o instaurar normas como no utilizar teléfonos mientras estáis cenando.
7. Desactiva las notificaciones. Tu teléfono tiene herramientas que te pueden ser muy útiles en tu viaje hacia un uso más responsable de la tecnología, como la opción de bloquear temporalmente el uso de las aplicaciones, desactivar las notificaciones o deshabilitar el “tick azul” de lectura en WhatsApp.
8. Anota tus progresos a diario. Mantén un registro de tus nuevos hábitos en las redes sociales. Escribe nuevas estrategias para lograr los objetivos previstos, así como las dificultades que has experimentado en el camino: ¿Por qué seguiste buscando tu teléfono? ¿Por qué abriste esa aplicación?
9. Aprende de la experiencia. Una vez que hayas trabajado hacia tu objetivo por un tiempo, retrocede un paso y reflexiona sobre lo que has aprendido en el proceso.
10. Compártelo con los demás. Tu experiencia personal, y las lecciones aprendidas, pueden inspirar a otros muchos a cambiar su uso de la tecnología. Existen plataformas como MySocialTruth, que recogen testimonios de gente de todo el mundo sobre su relación tóxica con las redes sociales.