El coronavirus y el encierro obligado de la población ha provocado una reducción de los delitos en España, que han bajado más del 50 %. Lo mismo ha ocurrido con el número de detenciones, que se han rebajado un 60 %, según datos de la Guardia Civil. Pero hablamos de los delincuentes presenciales porque los que están ‘teletrabajando’ no han parado ni un momento. Ciberdelincuentes hay muchos. Existen estafadores que roban contraseñas del banco o copian tarjetas bancarias, expertos en inocular virus en tu equipo informático, acosadores y chantajistas profesionales, falsos vendedores… Por no hablar de los correos electrónicos engañosos. Google, por ejemplo, bloquea cada día en todo el mundo más de 100 millones de email dudosos, el 20 % está relacionado con el coronavirus.

La ciberdelincuencia no descansa, los fraudes en las redes se han incrementado durante el estado de alarma cuando más tiempo pasamos en internet, casi 80 horas conectados a la semana durante el confinamiento. Con el teléfono móvil y el ordenador siempre encendido, las cadenas de mensajes no paran de viajar de un lado a otro y entre esos mensajes y noticias se cuelan los estafadores de internet. La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) acaba de elaborar la lista de los diez fraudes más utilizados que aprovechan la COVID-19 para engatusar a los usuarios

El timo de los expertos. A través de WhatsApp llegan mensajes que enlazan a páginas web de supuestos especialistas que ofrecen soluciones para el coronavirus. Muchos de estos mensajes contienen enlaces maliciosos o solo buscan la desinformación.

Donación para sanitarios. Desconfía de los mensajes en redes sociales que hacen peticiones para que colaboremos económicamente con el personal sanitario. Comprueba la fuente original de la petición. A veces nos pedirán nuestros datos y otras una aportación económica. Como poco, recabarán información personal de los usuarios.

Corona-phishing. La vía es el correo electrónico. El ciberdelincuente suplanta la identidad de una institución de renombre, como la OMS o el Ministerio de Sanidad, para ganarse la confianza del internauta y hacerse con el control de datos bancarios. Como hay miedo, los estafadores envían correos haciéndose pasar por hospitales para invitarte a hacerte un test rápido.

Corona-smishing. Un fraude muy popular es un sms urgente de alguna institución de su comunidad autónoma solicitando una serie de datos.

La estafa de las mascarillas. Los vendedores que tienen mascarillas, hidrogeles y guantes han salido como setas. Confome escaseaban estos productos sanitarios surgieron numerosas oportunidades de compra online. Muchas eran fraudulentas, pagabas y no recibías la compra.

Coronaware. Si te llega un archivo de vídeo o documento con instrucciones para protegerte frente al coronavirus, cuidado. Si pinchas en la información adjunta puedes abrir archivos maliciosos que infecten tu ordenador. Llegan por mail, redes sociales y grupos de mensajería instantánea.

Cheques-regalo. No suele haber cosas gratis. Ahora que todos los gobiernos están estableciendo ayudas económicas para superar las pérdidas provocadas por el confinamiento, puedes recibir mensajes procedentes de un supuesto Ministerio ofreciendo cheques-regalo. Al abrir el documento adjunto habrás caído en su trampa. Contrasta quién es el emisor.

Falsas ofertas de empleo. ¿Quieres ayudar a frenar el coronavirus? ¿Quieres trabajar y ganar un sueldo fabricando mascarillas? En la situación actual, muchos pueden caer en la primera oferta laboral que surja en tu entorno digital. Te pedirán datos, incluso habrá quien solicite un pequeño pago a modo de adelanto en concepto de envío de material. Error, revisa todos los detalles. Hay mucho estafador.

‘Hola, soy el técnico’. Con millones de personas teletrabajando es normal que aparezcan técnicos informáticos ofreciéndonos soluciones milagrosas o soporte técnico para lograr un trabajo en remoto más eficaz. Compruebe sus credenciales, los estafadores quieren sus datos.

Ojo a los cupones. Promociones, descuentos, suscripciones gratuitas… no te fíes. Con la excusa de ofrecerte servicios muy ventajosos, deberás rellenar un formulario con nuestros datos o pagar una pequeña cantidad de dinero. Revisa la url antes de hacer nada y confirma que el correo viene de donde dice venir.