Educación y mercado laboral. Todos los expertos coinciden en que la igualdad de oportunidades solo es posible con educación, empleo y protección social. La pandemia de la covid-19 no ha hecho más que intensificar situaciones de exclusión y poner en evidencia el problema estructural del mercado de trabajo español: el paro. En el tercer trimestre del año que hoy acaba, la tasa de paro juvenil superó el 41 %, porcentaje que triplica la media de los países más ricos. "El problema es que tras la crisis de 2008, y ahora con la crisis económica por el coronavirus, puede producirse una cronificación del desempleo y de la inestabilidad laboral. El acceso al empleo es el primer paso para la inclusión social", ha explicado la investigadora Lucía Gorjón, de Initiative for Sociio-Economic Analysis and Knowledge (ISEAK), en el informe 'Crecimiento inclusivo. En busca de la prosperidad compartida', del Observatorio empresarial de Fundación Codespa.

Para evitar que los jóvenes de hoy se conviertan en una generación perdida y lograr que el mercado laboral absorba todo ese desempleo, muchas de las estrategias están encaminadas a la formación, a dinamizar la conexión entre servicios públicos de empleo, instituciones académicas y empresas. Y por otro lado estarían las becas que fomenten el emprendimiento y reduzcan la brecha tecnológica. Los sucesivos confinamientos han acelerado la transformación tecnológica de las organizaciones empresariales, sobre todo de pymes, y ha puesto sobre la mesa la necesidad de solidaridad, cohesión y convergencia para que la recuperación sea real.