Según datos de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el dolor de espalda es uno de los principales problemas crónicos de salud en España. Y no tenemos fácil bajar este dato, puesto que pasamos muchas horas al día trabajando delante de un ordenador o con el móvil entre las manos.

Integrar la tecnología en nuestra vida nos ha traído de regalo adoptar posturas corporales y gestos repetidos a diario, casi siempre de forma inconsciente, y que pueden provocar molestias y lesiones en nuestra espalda y cervicales.

La postura de inclinación de la cabeza para mirar el móvil se bautizó hace unos años como “text neck” y abusar de ella produce desde contracturas, cefaleas, incluso hernias discales. Y no es para menos, porque si en una posición recta, un cráneo pesa entre 4 y 5 kilos, flexionando el cuello tan solo 15 grados ejercemos una fuerza sobre nuestras cervicales y musculatura que aumenta hasta los 12.

¿Y cómo llegamos a ese cálculo? El cirujano americano Kenneth K. Hansraj realizó un estudio en 2014, recogido en la revista Surgical Technology International, en el que relaciona los grados de inclinación de la cabeza con el peso que soporta nuestra espalda. Es decir, que el habitual gesto de mirar el móvil implica bajar la cabeza 60 grados y cargar nuestras vértebras cervicales con la fuerza de 27 kilos. Sumemos las horas diarias que dedicamos al Smartphone y el resultado, según el estudio, es de entre 700 y 1.400 horas al año.

Someter a nuestra columna vertebral a esta sobrecarga implica varios riesgos: modificar su curva natural, desgastar prematuramente las vértebras y sufrir dolores musculares crónicos. Algunos fisioterapeutas ya alertan que esta posición es especialmente dañina para los adolescentes y que, justo esa puede ser la etapa adecuada para cambiar los hábitos y evitar daños a futuro.

Tanto para jóvenes, como para adultos, la prevención pasa por cambiar la posición y situar el móvil o la pantalla del ordenador a la altura de la mirada. Contar también con una buena silla ergonómica. Y, por qué no, repartir nuestro tiempo con otras actividades y con “snacks” de ejercicio físico. En esta época de teletrabajo o de estudio en remoto es una buena idea levantar la cabeza y hacer detox digital diario para mantener a raya nuestra salud.