Ring. Ring. Suena el despertador y toca prepararse para ir a trabajar. Afortunadamente, de la cama al espacio de trabajo hay solo unos pasos. Es una de las ventajas del teletrabajo, una nueva metodología laboral que ha explotado tras la crisis del coronavirus.

De acuerdo con un estudio de GWI, el teletrabajo en España ha aumentado un 50 % desde el principio de la pandemia. ¿Pero qué ocurrirá cuando cese la situación actual sanitaria? ¿Regresaremos al modelo presencial o abrazaremos el teletrabajo de forma permanente?

A nivel global, un 76 % de los encuestados por GWI en 2020 aseguró querer continuar con el teletrabajo. Un porcentaje que fue todavía mayor en el caso de España: un 80 % expresó su deseo de permanecer trabajando desde casa.

Es obvio que no todos los trabajos son compatibles con esta nueva forma de empleo, ni tampoco todas las empresas están por la labor de implementarla de forma fija. Por eso, con la mejora de la situación sanitaria, muchas compañías están optando por combinar ambas en un modelo híbrido. La presencialidad con el teletrabajo. La casa con la oficina.

Pero existe disparidad de opiniones. Mientras que uno de cada cuatro encuestados comenta que les gustaría ir a la oficina al menos una vez por semana; un 20 % asegura que no les gustaría seguir trabajando desde casa.

Entonces… ¿Cuáles son las motivaciones de los profesionales para preferir el teletrabajo?

Los beneficios más destacados por aquellos que apuestan por el teletrabajo son, en primer lugar, el no tener que desplazarse a la oficina; seguido de poder trabajar en un ambiente más relajado y con menos distracciones, y, por último, poder pasar más tiempo en el hogar: para comer o hacer tareas domésticas.

Además, GWI reveló que aquellos que teletrabajan se concentran con más facilidad y son la mitad de propensos a preocuparse por su salud mental.

Pero no todo son ventajas con el teletrabajo. Los que lo viven a diario subrayan que sus dificultades principales son la incapacidad de separar la vida laboral y la profesional; la de desconectar del trabajo al finalizar la jornada, o la falta interacción social con el resto de compañeros, entre otras.

De acuerdo con un informe de EMSI los empleos que más han aumentado con el teletrabajo son los de representantes de servicios financieros, que han crecido un 1079 %; junto con los de ingenieros/desarrolladores Net y Java.

Un tercio de aquellos que buscan una solución de teletrabajo permanente también admiten que la pandemia les ha hecho reconsiderar dónde viven actualmente y la posibilidad de moverse a un área diferente. En este marco, se creó el pasado año la Red Nacional de Pueblos Acogedores para el Teletrabajo, que busca reactivar las zonas rurales a través de la tecnología.

Nómadas digitales

Si hay una nueva ‘tribu urbana’ que se ha beneficiado del aumento del teletrabajo, esos son los llamados ‘nómadas digitales’, que aprovechan las nuevas tecnologías para viajar y trabajar al mismo tiempo desde distintos países del mundo.

De acuerdo con el gráfico elaborado por GZero, España es actualmente el segundo país preferido por los nómadas digitales para teletrabajar, solo por detrás de Portugal.

El Gobierno de España está actualmente desarrollando un nuevo visado para nómadas digitales, dentro del anteproyecto de la Ley de Startups, que se prevé que llegará al Congreso de los Diputados esta primavera.

De aprobarse, seguirá la estela de otros países europeos como Estonia. El país está a la cabeza en el mercado de las start-ups, ya que en 2014 creó la llamada e-residency o ‘ciudadanía digital’, que permite crear a cualquier persona una empresa online con sede en la nación báltica y beneficiarse de sus ventajas fiscales en menos de media hora.