El año ha empezado de manera muy convulsa en Amazon. Sus trabajadores se han rebelado contra la política medioambiental de la compañía e incluso han advertido de los riesgos que entraña su negocio de cámaras de seguridad: “Es incompatible con la libertad”.

A principios de enero, un grupo de trabajadores denunciaba que la compañía les había amenazado con el despido por criticar en público las políticas corporativas sobre el medio ambiente y el cambio climático.

Dos de ellos habían concedido entrevistas al Washington Post (propiedad de Jeff Bezos, dueño de Amazon) en las que acusaban a la empresa de contribuir al cambio climático por permitir que firmas dedicadas a la extracción de combustibles fósiles contraten los servicios en la nube de Amazon.

La compañía de Bezos introdujo el pasado mes de septiembre un cambio en sus políticas que obliga a los empleados a pedir autorización previa a través de un formulario colgado en su intranet si quieren hablar en público sobre la firma. Y ahora sus empleados se han rebelado.

Casi 350 trabajadores de la empresa han difundido una carta en la que denuncian algunas de las políticas de la compañía, entre ellas, la relacionada con Ring, la marca de cámaras de seguridad propiedad de Amazon.

En la carta, publicada en Medium, en la que los trabajadores, cargos intermedios de la empresa, expresan por escrito sus preocupaciones, uno de sus desarrolladores dice: "El desarrollo de cámaras de seguridad del hogar cuyas imágenes se almacenan de forma central simplemente no es compatible con una sociedad libre. Los problemas de seguridad no pueden arreglarse con la regulación y no se puede llegar a ninguna clase de equilibrio. Ring debería cerrarse inmediatamente y nunca debería recuperarse".

Ring despedía hace un par de semanas a cuatro empleados acusados de haber b. El año pasado, la compañía se veía obligada a admitir que sus empleados escuchan las conversaciones registradas en Alexa, el altavoz inteligente de la compañía.

Las críticas de los empleados de Jeff Bezos incluyen, por supuesto, numerosas quejas sobre la política medioambiental de la compañía, que ha sido el motor de esta rebelión a bordo. “Me deprime saber que Amazon hace negocios con la industria del petróleo y del gas", dice otro de ellos.