Es bueno y sirve de terapia que cada vez que abramos WhatsApp, la aplicación más extendida de mensajería instantánea, aparezca un vídeo divertido sobre lo que significa estar confinados en nuestro domicilio. Valoramos una conversación cariñosa con las personas que añoramos, incluso somos capaces de aguantar todo tipo de convocatorias para tiempos de pandemia. El problema es que los bulos sobre el coronavirus aumentan exponencialmente cada día de estado de alarma. Y no solo aquí, el fenómeno se da en todo el mundo, es la principal plataforma de transmisión de información inexacta. Por eso, Facebook, compañía propietaria de la aplicación, se ha puesto seria. A partir de ahora y para frenar la propagación de bulos, pondrá límite a los denominados 'mensajes altamente reenviados', que solo podrán reenviarse a un chat cada vez. Hasta ahora, ese tipo de mensaje aparecía con un icono de doble flecha, una indicación de que el mensaje tenía su origen fuera de los contactos cercanos.

La aplicación, que trabaja codo a codo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y más de una veintena de gobiernos, busca contribuir a que la información que se difunde en las conversaciones de WhatsApp sea fiable y precisa, sobre todo en la relacionada con el coronavirus y sus consecuencias.

"Hemos visto un aumento significativo en la cantidad de reenvíos que los usuarios consideran que puede ser abrumador y puede contribuir a propagar desinformación. Creemos que es importante disminuir la transmisión de estos mensajes para mantener WhatsApp como espacio para la conversación personal", explica la empresa norteamericana en un comunicado.

La idea es que si un usuario recibe un mensaje reenviado más de cinco veces, solo podrá reenviarlo a un grupo de conversación cada vez. La medida no elimina los bulos pero sí dificulta o ralentiza su difusión. Parece que hemos interiorizado que aquello que nos llega por un contacto cercano, por un amigo o un familiar a través de WhatsApp tiene más credibilidad que lo escuchado en otras redes o incluso en medios de comunicación. Y nada más lejos de la realidad. La capacidad de viralización de los mensajes y las campañas orquestadas para difundir bulos han transformado la aplicación de mensajería en una fuente de desinformación importante.

No, el clorito de sodio no cura el coronavirus. No, la pandemia del COVID-19 no está causada por la tecnología 5G. No, beber mucho agua o fumar marihuana no sirven para prevenir el virus. No, Manuela Carmena no ha recibido en su casa un respirador... Son solo algunos de los bulos más extendidos.

Por otro lado, la multinacional estadounidense Facebook ha anunciado también esta semana la creación de los 'Mapas de Prevención de Enfermedades'. Estaríamos hablando de mapas con los movimientos de sus usuarios que pueden ayudar a prevenir la pandemia del coronavirus. Los datos son anónimos abarcarían todas las regiones del mundo.