Las restricciones al uso de teléfonos móviles en los colegios se ha convertido en una medida adoptada por varios países con el objetivo de mejorar la salud mental de los estudiantes.
Francia, por ejemplo,instauró en 2018 una normativa que restringe el uso de dispositivos móviles en las aulas, con el objetivo de reducir la dependencia de las redes sociales, mejorar la concentración y combatir el ciberacoso. El ciberacoso, el bullying, está considerado como un factor importante en el deterioro de la salud mental juvenil. A esta iniciativa le siguieron Países Bajos y Hungría en 2024.
Asimismo, un informe del Surgeon General de Estados Unidos, reveló que, entre 2009 y 2019 los sentimientos de pesimismo constantes aumentaron un 40% entre los estudiantes de secundaria, mientras que el número de adolescentes que consideraron seriamente el suicidio incrementó en un 36%.
Estos datos plantean que el uso de teléfonos móviles, especialmente por las redes sociales, sea un factor clave en el deterioro de la salud mental. Aunque es complicado establecer una relación causal entre el uso de los teléfonos inteligentes y los problemas de salud mental, el impacto varía según la forma en que se utilicen.Por ejemplo, alguien que utiliza su dispositivo para juegos educativos o lee noticias experimentará efectos psicológicos muy distintos a los de quienes pasan mucho tiempo en redes sociales.
Una investigación desarrollada por la Universidad de Birmingham ha indicado que, aunque estas medidas disminuyen el uso de los dispositivos durante las clases, no reducen el tiempo total que los alumnos dedican a ellos diariamente. Los estudiantes tienden a compensar la restricción escolar incrementando el uso de sus teléfonos fuera del horario académico, lo que neutraliza los posibles beneficios en su bienestar mental.
Aunque las prohibiciones pueden tener efectos positivos en el ambiente escolar inmediato, no abordan completamente los desafíos asociados con el uso excesivo de dispositivos móviles. Para mejorar sustancialmente la salud mental de los estudiantes, es necesario adoptar un enfoque más integral que incluya educación sobre el uso responsable de la tecnología, promoción de actividades físicas y fomento de interacciones sociales en persona.
Además, la colaboración entre padres, educadores y responsables políticos es esencial para establecer límites saludables y prácticas digitales equilibradas tanto dentro como fuera del entorno escolar.
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Si tú o alguien que conoces está pasando por un momento difícil y tiene pensamientos suicidas, recuerda que no estás solo.
El Ministerio de Sanidad pone a disposición la Línea 024 de atención a la conducta suicida, un servicio de ayuda gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. En caso de emergencia, pueden recomendar el contacto con los servicios sanitarios adecuados o derivar al 112 si la situación lo requiere.