Los amantes de la tecnología se debaten entre sus posibilidades y sus amenazas. Por ejemplo, en lo que a los altavoces inteligentes se refiere. Por un lado, pueden reproducir música, responder a sus dudas o realizar búsquedas con un comando verbal. Así de fácil. Por otro, sus micrófonos están constantemente encendidos, lo que supone un riesgo para la privacidad e incluso para la seguridad de su propio hogar.

Así que la tecnología combate los peligros de la tecnología con más tecnología. Un equipo de profesores de la Universidad de Chicago ha ideado un brazalete del silencio, una pulsera que que interfiere los micrófonos cercanos, incluidos los de altavoces inteligentes y asistentes de voz.

La pulsera cuenta con 24 altavoces capaces de emitir señales ultrasónicas imperceptibles al oído humano. Esas frecuencias producen una señal de interferencia dentro del circuito de los micrófonos que interrumpe las grabaciones de voz.

“Es una defensa muy útil”, ha declarado a The New York Times el profesor Pedro Lopes, que ha participado en el desarrollo del artilugio. “Cuando tienes algo privado que decir, puedes activarlo en tiempo real”, ha dicho.

Además, su forma circular aporta ventajas frente a los bloqueadores de micrófonos actuales, según han explicado sus creadores. “Al convertir un bloqueador ultrasónico en un brazalete, nuestro dispositivo aprovecha los gestos naturales de las manos que se producen al hablar, gesticular o moverse para inhibir la grabación de los micrófonos instalados en la estancia. Además, lo hace en múltiples direcciones y protege la privacidad de la voz de su usuario en cualquier lugar y en cualquier momento”.

Y es que la preocupación por la pérdida de la privacidad se incrementa si los usuarios piensan en la cantidad de dispositivos con capacidad para grabar conversaciones que hay a su alrededor. Por ejemplo, los altavoces inteligentes y sus micrófonos, que están por todas partes. Los últimos datos indican que el 24% de los estadounidenses tiene un altavoz inteligente en su casa.

De momento, el brazalete del silencio es sólo un prototipo pero sus creadores consideran que su coste de fabricación rondará los 20 euros.