La isla de Capri se ha adelantado casi dos años a la Unión Europea en la eliminación efectiva de los productos plásticos no reciclables, una medida que se empezará a llevar a cabo en mayo, en la isla italiana. Por otra parte, hasta el año 2021, el resto de miembros de la Unión no se verá obligado a adaptar este veto en su legislación.
Esta nueva normativa surge por la elevada contaminación de residuos plásticos en las aguas de la zona, después de que un estudio revelara en 2017, que el espacio marítimo entre la isla de Capri y tierra firme contaba con la mayor concentración de residuos. Con una densidad cuatro veces superior a la media italiana.
A esta nueva propuesta se le suma otra, aprobada por el Consejo de Ministros de este país, que permitirá a los pescadores depositar en puerto la basura que recojan. Sin tener que pagar una multa por enfrentarse al delito de transporte ilegal de residuos. El proyecto, bautizado con el nombre ‘Salva el mar’, busca preservar el ecosistema marino y fomentar la economía circular. Y por ello se basa también en la posibilidad de ofrecer una certificación ambiental a los pescadores que combatan de forma directa la contaminación por plástico.
Los productos plásticos, que suponen el 70% de la contaminación de mares y océanos, se han convertido en un problema de primer nivel. No solo por su acumulación en el lecho marino, sino también por el consumo por parte de la población marina, que en muchas ocasiones acaba falleciendo por este motivo.
A este respecto, las medidas aprobadas en Italia se vieron aceleradas después de que apareciese en Cerdeña un cachalote con más de 20 kilos de plástico en su estómago, junto a un feto en avanzado estado de descomposición.