En Ponle Freno hemos puesto siempre en valor el enorme trabajo de la industria automovilística en favor de la seguridad vial. Si las cifras de siniestralidad están bajando es porque las medidas gubernamentales que se toman son mayormente acertadas, porque la red viaria ha mejorado (especialmente el desdoblamiento de carriles que evita los adelantamientos invadiendo el carril contrario), los hábitos de los conductores han mejorado y porque los automóviles modernos incorporan muchas medidas de seguridad y los ADAS (Advanced Driving Asistant Systems).

Desde el cinturón de seguridad a los modernos detectores de peatones y ciclistas, la industria del automóvil ha invertido gran parte de sus recursos tecnológicos en salvar a los ocupantes del vehículo y, recientemente, también en salvar a los que pueden cruzarse ante el vehículo.

¿Y las motos? Existe la creencia de que las motocicletas han evolucionado mucho en prestaciones, consumos, suspensiones o sistemas antirrobo. Pero pocas veces se le reconoce a la industria de las dos ruedas su inversión en seguridad vial, como la de los coches.

Desde luego, las marcas de equipamiento no han parado de invertir y los modernos cascos (con sistemas como el MIPS que protege de las lesiones rotacionales de la cabeza), los nuevos airbag, los neck-brace (protectores vertebrales que se colocan en el cuello) o las protecciones (por ejemplo las Sas-Tec de espuma viscolástica) son algunos ejemplos.

Pero sorprende lo poco conocidos que son los nuevos ARAS de las motos, el equivalente a las ADAS de los coches (aunque en lugar de “Driving”, se llaman ARAS por la R de “Riding”).

Los ABS de tercera generación (que pueden funcionar regulando la frenada incluso con la moto inclinada para evitar la caída), los controles de crucero activos (que como los coches, detectan la proximidad de los coches y regulan la velocidad a una distancia de seguridad adecuada), los radares de ángulo muerto, los dispositivos anti-wheeling (que evitan los caballitos) y la suspensión electrónica, entre otros. Hay multitud de nuevos dispositivos que equipan las motos modernas y que, como en el caso de los coches, reducirán el número de siniestros y la gravedad de las lesiones de los motoristas.