Es posible que una avería nos obligue a detener la moto en la calzada o el arcén de la vía por la que circulamos. Siempre que sea posible, debemos sacar el vehículo fuera de la vía, porque puede suponer un riesgo y un obstáculo para otros conductores. Además, encenderemos las luces de emergencia si la moto las tiene.
En todo momento, mantendremos el casco puesto y un chaleco reflectante.
Una vez hayamos retirado la moto de la vía, buscaremos un lugar seguro, lo más alejado posible de la circulación y llamaremos a asistencia en carretera.
Entonces, esperaremos a que llegue una grúa. Las compañías aseguradora suelen gestionar este servicio. Si el tramo donde nos hemos quedado parados es complicado para parar, deberemos advertirlo.
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