Hay que señalizar adecuadamente el lugar y hacernos ver con chalecos reflectantes. La seguridad de los heridos y de la circulación es importante, pero también la nuestra.
Sólo los expertos deben movilizar al herido a no ser que la situacón sea extrema. Salvo en casos excepcionales, como encontrar el vehículo en llamas, no se debe mover al herido.
Sólo el año pasado 151 peatones murieron atropellados en carretera, muchos de ellos por pararse a ayudar y no hacerlo en las condiciones adecuadas. Una imprudencia que nos puede costar muy cara.