El accidente tuvo lugar el pasado 7 de mayo, en el punto kilométrico 1.9 de la CL-624 en dirección a Boñar. Precisamente, el mismo lugar en el que perdió la vida hace diez años un guardia civil de Tráfico por una salida de vía, según informa el Diario de León. En esta ocasión, el desenlace fue diferente y no hubo que lamentar ninguna víctima. Ya estaba instalado el 'Crossafe', un proyecto galardonado en la categoría de Innovación en Seguridad Vial de la 6ª edición de los Premios Ponle Freno, celebrados en 2014.
El conductor se salió de la vía al realizar un adelantamiento a otro vehículo que realizaba un giro a la izquierda, y se fue contra la cuneta. Pero la zanja estaba protegida por un Crossafe.
No es la primera vez que un 'Crossafe' salva una vida. Hace unos años, recondujo un coche que también se salió de la vía en la nacional 610.
El sistema, desarrollado por CIDRO, está compuesto por una serie de elementos estructurales, dispuestos longitudinalmente sobre la cuneta, diseñados para soportar los esfuerzos originados en un impacto de un vehículo. Se trata de una rampa, adaptable a cualquier cuneta, con una inclinación mínima, a base de vigas de hormigón que tiene dos funciones: evitar el impacto y redirigir el vehículo a la vía.
El elemento de seguridad solo ha supuesto a la Junta de Castilla y León un coste de 600 euros y con él se ha salvado una vida. Es el resultado de diez años de investigación de accidentes de los ingenieros de Cidro, una spin-off de la Fundación Cidaut.
La empresa da soluciones a problemas de infraestructuras y transporte y tiene una importante división de seguridad vial. Ingenieros, informáticos, psicólogos y especialistas en estadística analizan los accidentes que se producen en las carreteras y buscan una solución tecnológica, económicamente asequible, para solucionarlos.