La Dirección General de Tráfico (DGT), ha presentado este miércoles un estudio encargado al Instituto de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia, que avala la reducción de la tasa máxima de alcohol permitida para conductores a 0,1 miligramos por litro de aire espirado (equivalente a 0,2 gramos por litro en sangre), frente al límite actual de 0,25 mg/l (0,5 g/l en sangre), y se alinea con las recomendaciones de las Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos por reducir los siniestros viales y sus consecuencias mortales, reforzando el papel preventivo de las normativas de tráfico.
La investigación ha sido presentada por el catedrático de seguridad vial de la Universidad de Valencia, Luis Montoro, quien ha sido el encargado de desgranar sus principales conclusiones. Montoro ha asegurado que “existe evidencia suficiente para afirmar que, desde el punto de vista médico y científico, el alcohol no es compatible con la conducción”. Asimismo, ha alertado de que "uno de los mayores problemas actuales es la elevada tolerancia social al consumo de alcohol antes de conducir", algo que dificulta la prevención y el cumplimiento de la normativa.
El estudio de investigación, basado en datos oficiales de la base ARENA de la DGT, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y la Fiscalía de Seguridad Vial, no solo respalda esta reducción, sino que además plantea una batería de medidas complementarias que fortalecerían la lucha contra la siniestralidad asociada al consumo de alcohol y otras drogas.
Entre las principales recomendaciones del informe destacan:
- Aumento de controles aleatorios y visibles, especialmente en zonas urbanas, para detectar de forma más efectiva a los conductores que circulan bajo los efectos del alcohol.
- Generalización de controles duales de alcohol y drogas, para ampliar el radio de prevención y detección de conductas de riesgo.
- Campañas de sensibilización dirigidas a la población general y a grupos específicos, con el objetivo de cambiar actitudes y reducir la tolerancia social hacia la conducción bajo los efectos del alcohol.
- Reforzar la educación vial, tanto en las autoescuelas como en los programas de recuperación para conductores reincidentes o sancionados por infracciones relacionadas con el alcohol.
La presentación del informe tuvo lugar durante una jornada técnica celebrada en la sede de la DGT, en la que también se abordó la evolución de la normativa y su impacto en la reducción de siniestros viales. La propuesta de rebajar el límite de alcohol al volante coincide con la tramitación en el Congreso de los Diputados de una proposición de ley presentada por el Grupo Parlamentario Socialista para modificar el artículo 20 del texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. El plazo de presentación de enmiendas a la propuesta estará abierto hasta el próximo 22 de abril.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha indicado que la decisión final sobre esta medida dependerá del Parlamento, pero ha subrayado que el informe del INTRAS proporciona una base científica y argumental sólida para avanzar en esta dirección.
Desde la DGT se recuerda que el alcohol es un factor presente en una proporción importante de los accidentes mortales de tráfico, y que su eliminación de la ecuación de la conducción supone un avance fundamental hacia la "visión cero" de víctimas en carretera.
Con estas acciones, las autoridades españolas esperan reducir la siniestralidad en las carreteras y fomentar una cultura de conducción más segura y responsable.