La ITV se considera una infracción grave, y el conductor que no acude a la inspección técnica de su vehículo se arriesga a recibir una multa de 200 euros. Cifra que se duplica si el conductor sigue circulando con el vehículo, a pesar de no haber superado la inspección.

En muchos casos, los coches que no han pasado la ITV pueden poner en riesgo la seguridad vial. En caso de hacerlo, la multa asciende a 500 euros. Por otra parte, no presentar a los agentes la tarjeta si es requerida conlleva una sancción de 10 euros suplementarios.

A partir de los 4 años desde la fecha de matriculación de su coche, la ITV tiene que pasarse cada 2 años.